Exilio voluntario
No es algo nuevo que un jugador vista la camiseta del seleccionado de un país que no es el suyo para poder participar en un mundial. La emigración de jugadores de nuestra selección comenzó en el año 1934 cuando: Atilio José Demaría, Enrique Guaita, Luis Felipe Monti y Raimundo Bibiani Orsi, jugaron y fueron campeones con Italia en el mundial de ese país. Pero hasta estos días la lista es demasiado extensa de los futbolistas nacionales y extranjeros, que tuvieron que aprenderse o quedarse callados antes del partido, mientras sonaba el himno que no es el de su país de origen. Mauro Camoranesi dijo: “Ni siquiera canto mi propia canción nacional. No sé el himno italiano”, todo un patriota el Italo argentino.
Como se iban a imaginar, que gracias a sus colonizaciones, los franceses se iban a proveer de jugadores para su seleccionado y así poder disfrutar de: Claude Makelelé de Congo, Patrick Viera y Patrice Evra, ambos Senegaleses, Ruddy Lilian Thuram de Pointe-à-Pitre, Guadalupe y muchos futbolistas más que integran su liga. Pero no todos están a gusto que la mayoría del seleccionado francés, la integren jugadores con pedigree africano. “Me da vergüenza este país. Dentro de poco habrá once negros. Cuando veo algunos equipos de fútbol, me da pena, dijo el socialista Georges Frche, presidente del Languedoc-Rousillon.
Los argumentos pueden ser varios, como el de tener la mala fortuna de haber nacido en un país como Argentina o Brasil, que históricamente tienen excelentes jugadores en sus seleccionados. En esos casos se opta por jugar en una selección más débil como Jonathan Santana o Néstor Ortigoza, que decidieron defender los colores de Paraguay. También podemos mencionar a los jugadores brasileros que están diseminados por el mundo, hay casos curiosos como el de Alessandro dos santos, que jugó para Japón los últimos dos mundiales, o el de Mehmet Aurelio, que juega para la selección de Turquía.
El que aprovecha la oportunidad de contar con jugadores extranjeros es Croacia, que tiene nada más y nada menos que 8: Vedran Corluka, de Bosnia, Robert Kovac e Iván Klasnic ambos alemanes, Josip Simunic de Australia, Mladen Petric e Iván Rakitic de Suiza, Niko Kranjcar de Austria y Eduardo Andrés Da Silva de Brasil. Un rejunte de idiomas para poder clasificar a un mundial, con futbolistas que no representan a su país.
Hay excepciones, por nombrar algunos, como las de Gonzalo Higuaín que le dijo que no a Francia (nació en ese país , pero vivió casi toda su vida en Argentina) o Daniel Bilos que le negó sus servicios a Croacia. Estos jugadores sintieron que no podían defender otra camiseta que no sea de su país.
Hablamos de jugadores que nacieron y vivieron la mayor parte de su vida en su nación y después juegan para otra. Hablamos de la carencia de identidad nacional, que lleva a tomar decisiones facilistas, para poder acomodarse en cualquier selección con tal de jugar un mundial.
Publicado por Israel Torres
Como se iban a imaginar, que gracias a sus colonizaciones, los franceses se iban a proveer de jugadores para su seleccionado y así poder disfrutar de: Claude Makelelé de Congo, Patrick Viera y Patrice Evra, ambos Senegaleses, Ruddy Lilian Thuram de Pointe-à-Pitre, Guadalupe y muchos futbolistas más que integran su liga. Pero no todos están a gusto que la mayoría del seleccionado francés, la integren jugadores con pedigree africano. “Me da vergüenza este país. Dentro de poco habrá once negros. Cuando veo algunos equipos de fútbol, me da pena, dijo el socialista Georges Frche, presidente del Languedoc-Rousillon.
Los argumentos pueden ser varios, como el de tener la mala fortuna de haber nacido en un país como Argentina o Brasil, que históricamente tienen excelentes jugadores en sus seleccionados. En esos casos se opta por jugar en una selección más débil como Jonathan Santana o Néstor Ortigoza, que decidieron defender los colores de Paraguay. También podemos mencionar a los jugadores brasileros que están diseminados por el mundo, hay casos curiosos como el de Alessandro dos santos, que jugó para Japón los últimos dos mundiales, o el de Mehmet Aurelio, que juega para la selección de Turquía.
El que aprovecha la oportunidad de contar con jugadores extranjeros es Croacia, que tiene nada más y nada menos que 8: Vedran Corluka, de Bosnia, Robert Kovac e Iván Klasnic ambos alemanes, Josip Simunic de Australia, Mladen Petric e Iván Rakitic de Suiza, Niko Kranjcar de Austria y Eduardo Andrés Da Silva de Brasil. Un rejunte de idiomas para poder clasificar a un mundial, con futbolistas que no representan a su país.
Hay excepciones, por nombrar algunos, como las de Gonzalo Higuaín que le dijo que no a Francia (nació en ese país , pero vivió casi toda su vida en Argentina) o Daniel Bilos que le negó sus servicios a Croacia. Estos jugadores sintieron que no podían defender otra camiseta que no sea de su país.
Hablamos de jugadores que nacieron y vivieron la mayor parte de su vida en su nación y después juegan para otra. Hablamos de la carencia de identidad nacional, que lleva a tomar decisiones facilistas, para poder acomodarse en cualquier selección con tal de jugar un mundial.
Publicado por Israel Torres
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