OTRA DE TERROR
Y fue más de lo mismo nomás. Con un equipo perdido, equipo es una forma de decir, porque en toda la eliminatoria fueron once jugadores y nunca un conjunto. Con apellidos llenos de flashes, pero vacíos de fútbol, que no se sabe a que juegan.
Hasta Javier Mascherano fue uno más, que nos tenía acostumbrados a correr y cortar en la mitad de la cancha y era el único que siempre se salvaba de las críticas. El sábado no se salvó nadie, se puede destacar las ganas de Juan Sebastian Verón y algo de Jesús Dátolo, que fue lo mejor de Argentina, Sí el ex Boca fue el mejor entre tantos Euros repartidos en la cancha.
Los primeros dos goles llegaron de pelota parada, un punto fuerte en la selección Verde amarella con jugadores de gran altura. “Marcamos en Zona”, dijo Diego Maradona. Un sistema que requiere mucha concentración y coordinación, no hubo ninguna de las dos cosas y la decisión del cuerpo técnico fue errónea nuevamente. El dolor de ojos se pudo evitar haciendo hombre a hombre para aunque sea tratar de molestarlos y que no lleguen libres a la zona caliente para fusilar de cerca a Mariano Andujar.
El cambio de estadio sirvió sólo para que los rosarinos disfruten de la visita de la selección nacional, disfrutar es una forma de decir, porque el mismo frío que corre por Núñez, se sintió en Rosario, contagiado siempre por la película de terror que protagonizan estos jugadores en cada fecha de eliminatoria.
En toda la semana se había hablado del nueve de la selección, de quién debía acompañar a Lionel Messi, Maradona Eligió, otra vez, a Carlos Tevez de arranque y su primer cambio fue Sergio Agüero. Volvimos a la misma formula que no dio ningún resultado, habrá que replantearse si Tevez y Agüero, que nunca rindieron hasta ahora, deben seguir jugando. Messi tampoco demostró nada hasta ahora, pero al menos lo intenta, mal pero lo hace.
Es verdad que los Brasileros llegaron poco y convirtieron, pero eso no fue casualidad. Se trata de un planteo inteligente de juego y no un rejunte de apellidos cotizados para ver que pasa. La simpleza de Kaká para jugar y sentirse como en Copacabana, la contundencia de Luis Fabiano y una defensa que se cerró y no dejó pasar a los previsibles ataques argentinos. "Vamos que le metemos uno y les hacemos tres", arengó Diego en el entretiempo. Fue exactamente al reves.
Es hora de sacar la calculadora y por sobre todas las cosas de empezar a jugar y comprometerse con la camiseta. Contra Paraguay habrá que ser más inteligentes a la hora de plantear el partido, ya que vamos a tener enfrente a Gerardo Martino que es de la escuela de Marcelo Bielsa. No estamos ni pensamos en quedar afuera, pero si seguimos por esta senda vamos a tener que devolver los pasajes a Sudáfrica.
Publicado por Israel Torres
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